30 de marzo de 2006

Es muy fácil

En 1996 hice mi primer corto. Se llamaba Pipipipiripi o el Teorema de la Felicidad. Lo codirigí con Inma R. Cunill. Ganó el premio nacional Canal+ al mejor corto en el Festival Cinema Jove de 1997. En ese corto, un personaje al que terminamos llamando Pipiripi soltaba un monólogo tras entonar una versión propia de la canción Es muy fácil, de Los Mitos. La verdad es que nunca llegamos a encontrar la versión original de la canción para poder versionarla, sino que acudimos al recuerdo de un tipo que la cantaba por el paseo marítimo de Cádiz mientras proclamaba el amor universal y pedía un poco de dinero. Hoy he encontrado un disco con grandes éxitos de los años 6o y la canción está ahí. Muy contento y un poco alucinado porque la llevaba buscando (bueno, un poquito por lo menos) desde hacía casi diez años la he escuchado unas cuantas veces.
Hace unos minutos me descargo un cortometraje de animación, The Wrong Landing y me encuentro con que la canción que suena en los créditos es, otra vez, el Es muy fácil. No sé si dormiré tranquilo. Esto parece un capítulo inconcluso de Las nueve revelaciones de James Rendfield...

23 de marzo de 2006

Recuerda que eres mortal

Eso decía un esclavo que se colocaba al lado del general durante el desfile en el que se celebraba su victoria en alguna batalla en la antigua Roma.
Yo llevo a mi esclavo siempre al lado. Incluso cuando no gano batallas.

22 de marzo de 2006

El glamour

El glamour es una capa de barniz del malo que cubre de apariencia brillante una madera vieja y podrida. La buena, la recién cortada, está en otro lugar donde no es necesario protegerse. Posiblemente el paso del tiempo, el sol, la lluvia y todo lo que esa madera tenga que sufrir terminará por hacerla desaparecer poco a poco, disuelta de nuevo entre los elementos para dar vigor y hacer crecer a otros árboles. Mientras, la madera vieja recibe otra capa de barniz, otra capa de glamour que la proteja del mundo y de la capacidad para sentir la vida.